Todos los agentes de la economía tenemos compromisos y obligaciones a corto plazo. Así como las familias tienen que cubrir su alimentación, la educación de los hijos, las facturas del hogar y demás, las empresas deben pagar los salarios, la renta o servicios de un local y cumplir con el pago de impuestos. Para todos es de suma importancia contar con activos convertibles en efectivo, que nos permitan hacer frente a estas obligaciones.
El certificado de depósito es un instrumento de inversión ofrecido por las entidades de intermediación financiera, que permite un mayor retorno que las cuentas de ahorro. Los certificados se adquieren por un período determinado acordado con la entidad al momento de firmar el contrato. De ahí que también se le conozcan como “depósitos a plazo fijo”.