Son los cobros realizados por las instituciones financieras por las operaciones que realizan y servicios que prestan a sus clientes y que compensan los gastos en que incurren las entidades, tales como: transacciones hechas por medio de cajeros automáticos, cheques rechazados y emisión de estados de cuenta adicionales. Los bancos pactarán libremente con los usuarios, entre otros, las comisiones y demás recargos que apliquen en sus operaciones y servicios, siempre que correspondan a servicios efectivamente prestados o gastos habidos