Sin ánimo de rayar en el cliché, el inicio de año puede ser una buena ocasión para revisar tus finanzas y replantearte la forma en que administras tu dinero, sobre todo si ya atraviesas por dificultades para llegar a fin de mes.
Si no te lo has planteado, lo ideal es que aproveches esa fuerza de voluntad de comienzos de año para emprender nuevos caminos o hacer las cosas un poco diferentes.
En caso de que sientas que tu situación ya se salió de control, la inercia puede empeorar el panorama. Por ello, recuerda que cada paso contribuye a alcanzar la solución, sin importar cuán insignificante parezca.
Y si, por el contrario, consideras que tu manejo financiero es el ideal, siempre hay cosas por mejorar. Además, un chequeo a tus hábitos durante este mes puede alertarte a tiempo sobre patrones que pueden devenir en nocivos para tu bolsillo a mediano plazo.
Recuerda que, si dejas todo en manos del azar, gestarás un problema mucho más grave al no asumir en este momento la responsabilidad de tus finanzas.
Echa un vistazo a tu situación
Lo primero que debes hacer es sacar tiempo para revisar cómo fue tu manejo financiero durante el año pasado. No es necesario que te abrumes pensando que necesitas revisar cada uno de los gastos de 2021. Respondiendo estas preguntas tendrás un buen punto de partida para conocer los puntos que debes mejorar: ¿Te financias a menudo con tu tarjeta de crédito o cualquier otra vía? ¿Cuentas con ahorros suficientes para responder a una emergencia (avería del carro, pérdida del empleo, problemas de salud…)? ¿Conoces a cuánto ascienden tus gastos fijos mensuales? ¿Qué tan frecuentemente gastas en cosas que no has planificado?
Sin dudas que a la hora de analizar el estatus de tus finanzas puedes hacerte infinidad de preguntas. Estas que te proponemos apuntan hacia la necesidad de crear un presupuesto de ingresos y gastos, prepararte para los imprevistos y ahorrar para las metas anuales en lugar de recurrir al endeudamiento.
Para profundizar en cómo puedes crear un presupuesto y en la creación del hábito del ahorro, te recomendamos nuestras guías: Guía básica del presupuesto personal y la Guía básica del ahorro.
Establece metas
Una vez hagas conciencia de tus necesidades particulares, es hora de hacer una lista de los objetivos que pretendes alcanzar.
Establece una meta financiera a la vez. No es realista tratar de asimilarlo todo al mismo tiempo. Hacer esto te expone a terminar con gran frustración, asumiendo de manera prematura que tus metas superan tus fuerzas. Por eso la importancia de ir paso a paso para evitar rendirte y acabar en la dejadez y la apatía.
Las metas que te traces deben estar claras y ser medibles en el tiempo. Establécelas cuidadosamente, tomando en cuenta el aporte que suponen a tu bienestar y tu felicidad. Eso te ayudará a mantenerte en acción hacia su cumplimiento.
Puede que haya dificultades
Una vez que tengas tu lista de objetivos financieros, considera contar con un plan para enfrentar posibles dificultades a lo largo del camino.
La adopción de nuevos hábitos que te lleven a alcanzar tus objetivos no es una tarea que se logra de la noche a la mañana. Requieres esfuerzo y disciplina. Por ello, asume los tropiezos como parte del camino. Aprende de ellos, calibra las expectativas y sigue adelante.
Es mucho mejor alcanzar las metas luego de varios intentos, que nunca lograrlas.