¿Qué se requiere para ser inversionista? Primero te vamos a decir lo que NO es necesario: tener una montaña de dinero. El mercado financiero ofrece múltiples opciones y algunas de ellas, de seguro, se ajustarán a tus posibilidades y te ayudarán a obtener el mayor rendimiento de tus ahorros mientras te preparas para el futuro.
Lo que sí vas a necesitar, además de algo de ahorro, son ganas, disciplina y el criterio para saber dónde poner tu dinero.
Esta semana continuamos con nuestra serie “antes de que firmes” y te animamos a que te decidas a explorar el mundo de las inversiones. Claro, siempre con toda la información necesaria para que tus productos bancarios se conviertan en los aliados idóneos para tu salud financiera.
Si apuestas al ahorro como vía para alcanzar tus metas personales, ya vas ganando. Lo ideal es que escojas un instrumento que, además de ofrecerte un bajo nivel de riesgo, te proporcione el mayor beneficio posible. La decisión más inteligente es hacer que los recursos que ya has venido acumulando te reporten más beneficios con un nivel de riesgo reducido.
Si el mundo de las inversiones todavía te resulta desconocido, lo ideal es que te inicies con los productos de la banca, cuya simpleza y bajo riesgo te permitirán explorar y conocer el terreno.
Así que, deja la timidez y descubre las posibilidades que te ofrecen los certificados financieros en el banco o asociación de ahorros y préstamos de tu preferencia.
Un certificado no es más que en un depósito en una entidad de intermediación financiera con la particularidad de que en el contrato se establece un plazo mínimo para hacer el retiro. A cambio, la institución te paga un beneficio mayor al que obtendrías si mantienes tu dinero en una cuenta de ahorros simple.
La ventaja que obtienen las instituciones financieras es la garantía de que, por un periodo determinado, dispondrán de esos recursos para la intermediación, es decir, se lo podrán prestar a otras personas.
Si necesitas los recursos antes del tiempo pactado, generalmente aplican penalidades que debes conocer, establecidas al momento de cerrar el acuerdo.
Los certificados están entre los instrumentos más sencillos de nuestro mercado financiero y, en términos de riesgos, son de los más conservadores o seguros. Son muy recomendables como un primer ejercicio para nuevos inversionistas. Para muestra, las autoridades monetarias y financieras disponen de un fondo de contingencia de hasta RD$1.8 millones en caso de que la entidad se declare insolvente.
Siempre que decidas invertir, asegúrate de no poner todos los huevos en la misma canasta. Trata de diversificar tus recursos colocándolos en diferentes monedas y distintos plazos en los que puedes disponer de tu dinero sin penalidad por redención anticipada.
Dependiendo del contexto macroeconómico, las tasas de interés pueden subir o bajar. Por ello, aunque consideres poco atractivo el retorno ofrecido por el mercado a cambio de tus ahorros, no te desanimes y recuerda que invertir siempre será la opción más sabia. En cualquier caso, el plazo fijo es mucho mejor que dejar los recursos ociosos en una cuenta de ahorros o corriente.
En momentos de tasas de interés relativamente bajas, quizá sea conveniente elegir plazos cortos (entre 30 y 90 días), de manera que no te ates a una tasa baja por un período prolongado.
Si no es urgente que dispongas de los ingresos generados por la inversión, podría ser conveniente capitalizar esos rendimientos de tal forma que el interés que se pague sea compuesto. Es decir, que no solo te pagarán por el capital invertido al inicio, sino también por los intereses que se vayan generando y acumulando.
Si deseas ampliar el tema o leer sobre cómo incorporar hábitos saludables en el manejo de tus recursos, te recomendamos nuestra Guía básica del ahorro.