Los continuos tropiezos te han convencido de que necesitas tomar decisiones firmes, cambiar de rumbo y, por fin, convertir tus finanzas en un aliado para alcanzar tus metas.
Por idílica que sea la relación con tu entidad financiera, la convivencia provoca roces que pueden generarte malestar. Parte de tu tarea como usuario empoderado y responsable implica conocer los espacios con que cuentas para reaccionar cuando entiendas que una acción o política de tu entidad financiera te perjudica.
La educación financiera de tus hijos debe comenzar en casa y, mientras más temprano inicie, será mejor.