La Navidad es una época mágica, llena de alegría y festividades, sobre todo para las dominicanas y dominicanos, que nos caracterizamos por ser sociables y alegres. Estos mismos festejos pueden presentarse como un desafío para nuestro bolsillo, si no realizamos una revisión previa.
La manera en que pensamos o nos sentimos respecto a nuestras finanzas, puede reflejarse en nuestra salud mental y viceversa. Por lo tanto, si no aprendemos a identificar oportunamente cuando nuestra salud mental se está viendo afectada, podríamos estar impactando negativamente nuestras finanzas, incurriendo en comportamientos como el gasto excesivo. Debemos identificar si estamos cayendo en hábitos negativos en respuesta a alguna situación emocional y no dudar en buscar la ayuda necesaria para corregir nuestra conducta.
Por su naturaleza, el sector financiero es propenso a despertar el interés de delincuentes que buscan generar ganancias a costa de cualquier vulnerabilidad. El riesgo de fraude es real y, aunque las instituciones financieras tienen la responsabilidad de proveer un clima seguro para la interacción con sus clientes, no es menos cierto que los usuarios también deben asumir un rol activo en la protección de sus productos, información y patrimonio.
Los temas de finanzas personales parecen despertar un creciente interés, especialmente entre quienes, por diferentes razones, reconocen la importancia de adquirir más conocimiento para administrar mejor sus recursos.
“No se queden fuera, entren para que ganen carro y jeepeta nueva como la nuestra” Así decían los miembros de Kakao Talk para darle promoción e invitar a que más personas formaran parte del último negocio piramidal que ha estafado a cientos de dominicanos desde el pasado mes de octubre.
El manejo eficiente de los recursos no se circunscribe a un método rígido preestablecido. Cada quien adopta las prácticas que mejor se adapten a sus necesidades particulares. Pero, cuando se trata de deudas fuera de control, sus efectos nocivos son ampliamente conocidos. En esta ocasión te presentamos la historia de Lynn, cuyo ejemplo podría inspirarte para crear tu propio plan de pagos y salir con éxito de ello.
Tengo 27 años, y mi pareja y yo hemos vivido juntos desde diciembre de 2020 y habíamos estado juntos durante aproximadamente un año antes de eso. Nuestra relación va bien en general, y hemos hablado un poco sobre casarnos. El problema es que no le he contado los detalles sobre mi deuda.
El dinero es nuestro respaldo para intercambiar bienes y servicios. Tiene la particularidad de que si no le prestamos la atención adecuada simplemente no se queda con nosotros. Es común ver cómo muchas personas, aunque ganen más, nunca tienen el dinero suficiente para cubrir sus necesidades vitales.
La salud financiera depende, en gran medida, del equilibrio constante entre nuestros ingresos y gastos. Como los ingresos suelen ser una variable más difícil de controlar, es posible que, al aplicar esta fórmula, el mayor peso descanse sobre nuestros hábitos de consumo.
En mayor o menor medida, el riesgo de enfrentar dificultades a la hora de honrar tus compromisos financieros siempre está presente. Si tuviste alguna situación difícil que te colocó en esta posición y tu préstamo entró al estatus de legal o castigado, incluso si ya lograste saldar hasta el último centavo, hay un recorrido importante que debes hacer para restaurar no solo tu perfil como dedudor/a, sino tu tranquilidad financiera en general.