Para cuidar nuestras finanzas es importante distinguir entre la necesidad y el deseo. A partir de esto, podremos priorizar lo que realmente es importante. Esto no implica que dejamos a un lado nuestros deseos y sueños, sino que tracemos con prudencia la ruta para conseguirlos.
Ahora bien, la diferencia entre unos y otros no siempre está tan clara. ¿Cómo los distingues? En la literatura económica, constituyen una necesidad aquellos bienes y servicios indispensables para poder vivir sin precariedad, por ejemplo, alimentos, vivienda, vestimenta, medicamentos, todo lo que no podemos negociar, ignorar, ni posponer.
Por el otro lado, el deseo se refiere a querer ciertas cosas que no son indispensables para la vida diaria.
Pongamos un ejemplo: En estos días, por los aguaceros, se te dañaron los únicos zapatos que tienes para ir a trabajar y te ves obligado u obligada a comprar otros. Los zapatos constituyen una necesidad, pero que los prefieras nuevos o de tal color o marca es un deseo.
Veamos diferencias claves entre lo que es una necesidad y un deseo:
Es importante resaltar que cada persona tendrá necesidades y deseos diferentes, dependiendo la edad, etapa de la vida, ingresos y sueños o aspiraciones. Por ejemplo, cuando niños pensamos que no podemos vivir sin una bicicleta o un juguete, cuando jóvenes sin ir a la universidad y, cuando adultos, sin un carro propio.
La clave de todo será optimizar el manejo de tus finanzas a través de la elaboración y el seguimiento de un presupuesto (Leer Cinco preguntas que debes responder antes de diseñar tu primer presupuesto). Esta herramienta te ayudará a determinar cuánto se gastas cubriendo tus necesidades y de qué monto dispones para satisfacer tus deseos.
Es importante que trates de educar tus deseos, de modo que al satisfacerlos contribuyas a tu bienestar y lo hagas de manera sostenible. Por ejemplo, pudieras tener que priorizar y decidir entre un deseo con un valor tangible e inmediato, como comprar un carro nuevo, o uno con un valor a mediano plazo, como hacer estudios en una buena universidad.
Ten cuidado con aquellos deseos que son pequeños y no nos damos cuenta de que se van comiendo nuestros bolsillos: comidas en restaurantes exclusivos, salidas sociales, etc. (Leer Gastos hormiga: qué son y cómo evitarlos).
Si bien las necesidades siempre tendrán prioridad, no significa que tus deseos no tengan importancia; al contrario, la satisfacción de cumplir con algunos de tus deseos puede ayudarte a ser más feliz y sentirte mejor con la vida llevas. Será crucial que encuentres el balance.