Las mujeres administran mejor el dinero familiar, de acuerdo con varios estudios que exploran la materia. Ellas dedican una mayor parte de los ingresos a inversión en salud y educación, reduciendo la posibilidad de traspasar la pobreza a la siguiente generación.
Pero también es cierto que sufren presiones económicas particularmente elevadas, principalmente cuando son jefas de hogar, por lo que siempre son bienvenidas las ideas para mejorar la gestión de las finanzas y sacar mayor provecho a los ingresos. La autora del libro Pequeño cerdo capitalista, Sofía Macías, ofrece cuatro consejos para avanzar en esa dirección –también aplican para hombres -.
Aparta la cantidad que ya te has propuesto ahorrar inmediatamente la recibes. Este hábito puede evitar que utilices esos recursos en cualquier otra necesidad o deseo.
“Desde el momento que recibas el ingreso, quita el ahorro de tu vista para que ya no te lo puedas gastar”.
Lo ideal es que deposites esos recursos en una cuenta bancaria que genere los mayores beneficios posibles, valiéndote de las alternativas de transferencias automáticas.
No peques de buena y atiende tus necesidades antes que las de los demás, de manera que luego estés en condiciones de suplir para otros.
¿Significa que asumirás una actitud egoísta? No, tampoco los extremos son saludables. Más bien, se trata de cumplir con tu responsabilidad de cuidarte y velar por tu bienestar físico y emocional.
Así que no antepongas siempre las necesidades de los demás, renunciando a tus propias metas y/o deseos personales.
Sofía Macías plantea que todo el mundo debería distinguir tres partidas básicas de ahorro: sueños, emergencias y retiro.
Ese colchón adicional o plan alternativo también ayudará a amortiguar las debilidades que pueda tener tu plan formal de pensiones como consecuencia de cualquier interrupción laboral durante tu vida productiva. Este riesgo se acentúa en el caso de las mujeres, por factores como las licencias de maternidad.
Macías concluye aconsejando evitar las compras como analgésico emocional, pues al final no solucionan el problema causante del malestar.
Las compras como terapia, en lugar de un solo problema, te dejan con dos. Además, ten en cuenta la necesidad de continuar reforzando tu valor en lo esencial y no en lo cosmético.
A estos consejos, aportamos una ñapita: conviene recordar el valor de la independencia financiera y apostar a ella. La recomendación es válida, en cualquier caso, no importa si eres o no jefa de hogar. Además de la autosuficiencia económica, asociada a tu capacidad de producir lo que consumes, este concepto también incluye tener tus propias cuentas bancarias y construir tu historial crediticio.
Además, te recomendamos valerte de nuestras guías (Guía básica del presupuesto personal, Guía básica del ahorro y Guía básica para el buen manejo de la tarjeta de crédito), que de seguro te servirán de punto de partida para mejorar el manejo de tus finanzas.
Finalmente, ten en cuenta que la educación es poder. En el ámbito financiero aprendemos constantemente, de los libros, pero principalmente de nuestras propias experiencias. Asumir este proceso con seriedad será clave para mantener o alcanzar tu salud financiera.