Las dificultades son parte del trayecto de la vida, las cosas no siempre salen a la primera y no hay nada malo en equivocarse, siempre y cuando se tenga la disposición de corregir el error luego de identificarlo. El aspecto financiero no es la excepción. Cuando se trata de manejar préstamos o tarjetas de crédito debemos tener un cuidado especial para no caer en malos hábitos, como la falta de planificación o el consumo por encima de nuestra posibilidad de pago. Es importante evitar entrar en un ciclo negativo de deudas y compromisos financieros difíciles de afrontar, que se verán reflejados en lo que llamamos historial crediticio.
Si bien es cierto que tanto la clasificación regulatoria como el score crediticio son un reflejo o referencia de tu perfil de crédito e inciden en qué tan atractivo eres para que las entidades de intermediación financiera (EIF) puedan ofrecerte un producto, no es menos cierto que te puede surgir la siguiente duda: ¿Por qué no mejora mi score, aunque tenga la mejor clasificación regulatoria posible? Para responder a esta inquietud, primero tenemos que comprender los componentes de ambos indicadores y sus diferencias.
Internet ha revolucionado por completo la forma en que los prestadores de servicios y sus clientes se relacionan. La banca no es la excepción. De hecho, la tecnología permite realizar en línea casi todos los trámites bancarios por los que antes debíamos desplazarnos. Esto ha significado un considerable ahorro de tiempo, esfuerzo y recursos. Ante esta nueva realidad, surgen también amenazas, impulsadas principalmente por ciberdelincuentes que pretenden aprovecharse usuarios vulnerables o incautos. Una de las modalidades más frecuente y peligrosa es el phishing, que consiste en el robo de identidad y credenciales para acceder a cuentas privadas y realizar transacciones de manera remota.
El certificado de depósito es un instrumento de inversión ofrecido por las entidades de intermediación financiera, que permite un mayor retorno que las cuentas de ahorro. Los certificados se adquieren por un período determinado acordado con la entidad al momento de firmar el contrato. De ahí que también se le conozcan como “depósitos a plazo fijo”.
Cada año trae consigo retos, cambios y aprendizajes; por lo tanto, es de suma importancia mantenernos atentos y prepararnos para lo que pueda acontecer. Este es el momento preciso para evaluar nuevas oportunidades y poner en perspectiva lo que realmente es importante. Como “guerra avisada no mata soldado”, ahora es el mejor momento para idear un plan de acción. A continuación, te hacemos algunas recomendaciones para que puedas afrontar con éxito los retos económicos de este 2023.
Las finanzas son una parte fundamental de nuestro día a día, por el alcance y gran incidencia que tienen en nuestro estilo de vida; por lo tanto, siempre tratamos de implementar herramientas para que nuestro dinero esté seguro.
El historial crediticio es un registro que describe cómo has manejado tus deudas a lo largo del tiempo. Este refleja tu comportamiento de pago y, en base a esta información, se determina qué tan probable es que cumplas de manera idónea con el saldo de futuros créditos. Si por alguna razón has dejado de pagar una deuda al banco u otra empresa, tu historial se verá afectado, lo que significa que las probabilidades de acceder a un préstamo o servicio básico (telefonía, electricidad, entre otros) se reducen. No obstante, existe la posibilidad de que te recuperes y, posteriormente, se borre “la mancha” de impago de tu historial.
En la actualidad, los ataques por correo electrónico se han convertido en la táctica por excelencia usada por los ciberdelincuentes. Se conoce como “phishing” al intento de obtener información personal a través de correos electrónicos mediante mensajería engañosa, generalmente con fines fraudulentos.
El presupuesto es la proyección de los ingresos y gastos para un periodo esperado, habitualmente un mes o un año. Se trata de una herramienta clave para unas finanzas sanas y en orden. Nadie discute sus virtudes, pero la verdad es que, en el ámbito personal, su implementación puede resultarnos difícil, llegando incluso a parecernos una misión imposible.
Los temas de finanzas personales parecen despertar un creciente interés, especialmente entre quienes, por diferentes razones, reconocen la importancia de adquirir más conocimiento para administrar mejor sus recursos.