El dinero es nuestro respaldo para intercambiar bienes y servicios. Tiene la particularidad de que si no le prestamos la atención adecuada simplemente no se queda con nosotros. Es común ver cómo muchas personas, aunque ganen más, nunca tienen el dinero suficiente para cubrir sus necesidades vitales.
La salud financiera depende, en gran medida, del equilibrio constante entre nuestros ingresos y gastos. Como los ingresos suelen ser una variable más difícil de controlar, es posible que, al aplicar esta fórmula, el mayor peso descanse sobre nuestros hábitos de consumo.
En mayor o menor medida, el riesgo de enfrentar dificultades a la hora de honrar tus compromisos financieros siempre está presente. Si tuviste alguna situación difícil que te colocó en esta posición y tu préstamo entró al estatus de legal o castigado, incluso si ya lograste saldar hasta el último centavo, hay un recorrido importante que debes hacer para restaurar no solo tu perfil como dedudor/a, sino tu tranquilidad financiera en general.
En medio de la crisis mundial de salud que nos afecta, el entendimiento y cuidado de los factores que determinan nuestra salud integral cobra una especial importancia. Además de la salud física, otros dos factores importantes que impactan en nuestro bienestar son: la salud de nuestras finanzas y la salud de nuestra mente.
Semana Santa. Además de una celebración espiritual, se ha vuelto una oportunidad de escape para los citadinos que ansían destinos de sol y agua. ¿Eres de estos últimos? Antes de emocionarte y acelerar los planes para el asueto, recuerda que suele implicar cargas adicionales para tu bolsillo, con el potencial para desequilibrar tus finanzas.
La elección de tu entidad financiera es un paso sumamente importante a la hora de administrar tus finanzas. El papel de tu banco o asociación de ahorros y préstamos será crucial, no solo porque una buena elección te proporcionará seguridad, sino también porque te permitirá el acceso a los instrumentos idóneos según tus prioridades financieras.
Este es un inicio de año extraordinario, pues además del típico desequilibrio luego de las fiestas navideñas, a este enero se agrega la sombra de una crisis sanitaria global con fuerte impacto económico, expresado en la pérdida de empleos y el aumento de la pobreza.