Las finanzas son una parte fundamental de nuestro día a día, por el alcance y gran incidencia que tienen en nuestro estilo de vida; por lo tanto, siempre tratamos de implementar herramientas para que nuestro dinero esté seguro.
El historial crediticio es un registro que describe cómo has manejado tus deudas a lo largo del tiempo. Este refleja tu comportamiento de pago y, en base a esta información, se determina qué tan probable es que cumplas de manera idónea con el saldo de futuros créditos. Si por alguna razón has dejado de pagar una deuda al banco u otra empresa, tu historial se verá afectado, lo que significa que las probabilidades de acceder a un préstamo o servicio básico (telefonía, electricidad, entre otros) se reducen. No obstante, existe la posibilidad de que te recuperes y, posteriormente, se borre “la mancha” de impago de tu historial.
Disfrutar de unas finanzas saludables no se limita a mantener los gastos a raya. Aunque seas de quienes viven de acuerdo con sus posibilidades, hay situaciones inesperadas en las que definitivamente favorece tener un clavo.
Cuando se trata del manejo inteligente de las finanzas, siempre viene bien la búsqueda de alternativas para la reducción de nuestros gastos fijos. Los alimentos y bebidas pertenecen al grupo de productos cuyo margen para recortar es limitado. Pero no todo está perdido.
El ahorro es básico para alcanzar y mantener unas finanzas sanas. Esta práctica se encuentra estrechamente relacionada a hábitos beneficiosos para tu bolsillo, como gastar con inteligencia y de manera planificada.
Juan está tranquilo pues maneja su tarjeta de crédito sin estrés. Juan forma parte del de los 55.4% de dominicanos que maneja su tarjeta sin problemas porque paga el total de los consumos cuando llega la fecha de pago. Esto quiere decir que no paga intereses por usar su crédito. Él se siente como un genio, él calculó bien el total de gastos que podía permitirse para no exceder su presupuesto, aprovechó los días de gracia para pagar sus consumos sin intereses y completó su pago total del mes a tiempo.
Por su naturaleza, el sector financiero es propenso a despertar el interés de delincuentes que buscan generar ganancias a costa de cualquier vulnerabilidad. El riesgo de fraude es real y, aunque las instituciones financieras tienen la responsabilidad de proveer un clima seguro para la interacción con sus clientes, no es menos cierto que los usuarios también deben asumir un rol activo en la protección de sus productos, información y patrimonio.
La tasa de interés es un factor decisivo en la cuota mensual de tu préstamo y en la cantidad total que deberás pagar a tu entidad financiera para saldar el crédito. El interés es la ganancia que percibe la entidad como parte del negocio de la intermediación. De ahí que se conozca como precio del dinero.
Dependiendo del nivel de riesgo y la capacidad de pago de los receptores de un préstamo, la entidad financiera requerirá que una o más personas también se comprometen a devolver la totalidad del monto concedido con sus respectivos intereses y cualquier otro cargo asociado.
Recibir la noticia de que te han negado un crédito puede ser un poco frustrante, principalmente si tienes la convicción de que tu situación financiera actual te permite asumir el compromiso y honrarlo satisfactoriamente. Pero no es el fin del mundo, hay acciones que puedes tomar para tener éxito en una próxima ocasión.