La vida está llena de sorpresas, y algunas veces nos encontramos en momentos financieros difíciles que no habíamos anticipado. Si actualmente estás enfrentando problemas para pagar tus préstamos, no eres la única persona en esta situación. A continuación, te presentamos una guía práctica sobre qué hacer si, por razones de fuerza mayor, no puedes pagar tus préstamos.
Las dificultades son parte del trayecto de la vida, las cosas no siempre salen a la primera y no hay nada malo en equivocarse, siempre y cuando se tenga la disposición de corregir el error luego de identificarlo. El aspecto financiero no es la excepción. Cuando se trata de manejar préstamos o tarjetas de crédito debemos tener un cuidado especial para no caer en malos hábitos, como la falta de planificación o el consumo por encima de nuestra posibilidad de pago. Es importante evitar entrar en un ciclo negativo de deudas y compromisos financieros difíciles de afrontar, que se verán reflejados en lo que llamamos historial crediticio.
Si bien es cierto que tanto la clasificación regulatoria como el score crediticio son un reflejo o referencia de tu perfil de crédito e inciden en qué tan atractivo eres para que las entidades de intermediación financiera (EIF) puedan ofrecerte un producto, no es menos cierto que te puede surgir la siguiente duda: ¿Por qué no mejora mi score, aunque tenga la mejor clasificación regulatoria posible? Para responder a esta inquietud, primero tenemos que comprender los componentes de ambos indicadores y sus diferencias.
La manera en que pensamos o nos sentimos respecto a nuestras finanzas, puede reflejarse en nuestra salud mental y viceversa. Por lo tanto, si no aprendemos a identificar oportunamente cuando nuestra salud mental se está viendo afectada, podríamos estar impactando negativamente nuestras finanzas, incurriendo en comportamientos como el gasto excesivo. Debemos identificar si estamos cayendo en hábitos negativos en respuesta a alguna situación emocional y no dudar en buscar la ayuda necesaria para corregir nuestra conducta.
El impuesto de emisión de cheques y pagos por transferencias electrónicas es una disposición del Código Tributario, que aplica tanto a personas como empresas y se calcula a una tasa de 1.5 por mil (RD $0.0015 o 0.15% por cada peso), sobre el valor de los cheques de cualquier naturaleza pagados por las entidades de intermediación financiera (EIF)1 y sobre las transferencias o pagos electrónicos realizados a terceros. Según lo indica la ley, la entidad financiera actúa como intermediaria para retener los recursos correspondientes al pago del impuesto, cuyo destino es la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Cuando se atraviesa por una situación económica difícil, muchas veces es un gran reto saldar las deudas acumuladas; sin embargo, no es algo imposible. Si te identificas con esta situación, debes saber que ahora es el momento preciso para decidirte a enfrentarla. Elaborando un plan de acción es posible salir adelante y poner en orden tus deudas.
Internet ha revolucionado por completo la forma en que los prestadores de servicios y sus clientes se relacionan. La banca no es la excepción. De hecho, la tecnología permite realizar en línea casi todos los trámites bancarios por los que antes debíamos desplazarnos. Esto ha significado un considerable ahorro de tiempo, esfuerzo y recursos. Ante esta nueva realidad, surgen también amenazas, impulsadas principalmente por ciberdelincuentes que pretenden aprovecharse usuarios vulnerables o incautos. Una de las modalidades más frecuente y peligrosa es el phishing, que consiste en el robo de identidad y credenciales para acceder a cuentas privadas y realizar transacciones de manera remota.
Uno de los mayores beneficios que obtendrás de llevar a cabo un presupuesto mensual será poder identificar con facilidad ese aspecto donde tienes la oportunidad de reducir tus gastos. Te invadirá un sentimiento positivo cuando veas que estás ahorrando para alcanzar tus metas personales, en lugar de constantemente gastar en asuntos no planificados.
El certificado de depósito es un instrumento de inversión ofrecido por las entidades de intermediación financiera, que permite un mayor retorno que las cuentas de ahorro. Los certificados se adquieren por un período determinado acordado con la entidad al momento de firmar el contrato. De ahí que también se le conozcan como “depósitos a plazo fijo”.
Cada año trae consigo retos, cambios y aprendizajes; por lo tanto, es de suma importancia mantenernos atentos y prepararnos para lo que pueda acontecer. Este es el momento preciso para evaluar nuevas oportunidades y poner en perspectiva lo que realmente es importante. Como “guerra avisada no mata soldado”, ahora es el mejor momento para idear un plan de acción. A continuación, te hacemos algunas recomendaciones para que puedas afrontar con éxito los retos económicos de este 2023.