Para cuidar nuestras finanzas es importante distinguir entre la necesidad y el deseo. A partir de esto, podremos priorizar lo que realmente es importante. Esto no implica que dejamos a un lado nuestros deseos y sueños, sino que tracemos con prudencia la ruta para conseguirlos.
El presupuesto es la proyección de los ingresos y gastos para un periodo esperado, habitualmente un mes o un año. Se trata de una herramienta clave para unas finanzas sanas y en orden. Nadie discute sus virtudes, pero la verdad es que, en el ámbito personal, su implementación puede resultarnos difícil, llegando incluso a parecernos una misión imposible.
Los temas de finanzas personales parecen despertar un creciente interés, especialmente entre quienes, por diferentes razones, reconocen la importancia de adquirir más conocimiento para administrar mejor sus recursos.
Recibir la noticia de que te han negado un crédito puede ser un poco frustrante, principalmente si tienes la convicción de que tu situación financiera actual te permite asumir el compromiso y honrarlo satisfactoriamente. Pero no es el fin del mundo, hay acciones que puedes tomar para tener éxito en una próxima ocasión.
En términos personales, el crédito es un instrumento bastante útil para alcanzar objetivos en el corto y largo plazo. Se trata de recursos provistos por terceros con la promesa de ser devueltos con una ganancia o interés.
Si eres muy joven y estás en tus veinte, es posible que el término ‘retiro’ ni te pase por la cabeza. Probablemente tu foco está en todas las metas personales y financieras que quieres cumplir a corto y mediano plazo, pero es importante que sepas lo siguiente: estás en la edad idónea para comenzar a planificar tu retiro. Así como lo lees: el mejor momento para comenzar a ahorrar para el retiro es cuando inicias tu vida laboral.
El manejo eficiente de los recursos no se circunscribe a un método rígido preestablecido. Cada quien adopta las prácticas que mejor se adapten a sus necesidades particulares. Pero, cuando se trata de deudas fuera de control, sus efectos nocivos son ampliamente conocidos. En esta ocasión te presentamos la historia de Lynn, cuyo ejemplo podría inspirarte para crear tu propio plan de pagos y salir con éxito de ello.
Tengo 27 años, y mi pareja y yo hemos vivido juntos desde diciembre de 2020 y habíamos estado juntos durante aproximadamente un año antes de eso. Nuestra relación va bien en general, y hemos hablado un poco sobre casarnos. El problema es que no le he contado los detalles sobre mi deuda.
Los instrumentos de deuda son bastante útiles para alcanzar tus objetivos financieros. El detalle está en que requieren de cierto nivel de cuidado y disciplina para que sus beneficios no se reviertan y termines cayendo en una situación de sobreendeudamiento.
La Superintendencia de Bancos (SB) te ofrece gratuitamente el servicio de consulta crediticia, a través del cual tienes acceso a los registros que describen tu comportamiento con los productos de deuda.