En el ámbito familiar aprendemos grandes lecciones de vida bajo la influencia de quienes comparten con nosotros su día a día. Aun sin tratarse de una clase formal, con el solo hecho de repetirlos de forma habitual, en la familia aprendemos los hábitos alimenticios, de ejercicio, de lectura, y no menos importante, aprendemos sobre el manejo del dinero.
Si eres un usuario financiero o estás a punto de adquirir alguno de los productos o servicios ofrecidos por las entidades de intermediación financiera, lo ideal es que conozcas la naturaleza de estas. Esto te permitirá establecer desde el inicio una relación que sea beneficiosa para tus finanzas personales o, si es el caso, corregir cualquier comportamiento que pudiera afectar la salud de tu bolsillo.
La educación financiera de tus hijos debe comenzar en casa y, mientras más temprano inicie, será mejor.