Para cuidar nuestras finanzas es importante distinguir entre la necesidad y el deseo. A partir de esto, podremos priorizar lo que realmente es importante. Esto no implica que dejamos a un lado nuestros deseos y sueños, sino que tracemos con prudencia la ruta para conseguirlos.
El presupuesto es la proyección de los ingresos y gastos para un periodo esperado, habitualmente un mes o un año. Se trata de una herramienta clave para unas finanzas sanas y en orden. Nadie discute sus virtudes, pero la verdad es que, en el ámbito personal, su implementación puede resultarnos difícil, llegando incluso a parecernos una misión imposible.
Los temas de finanzas personales parecen despertar un creciente interés, especialmente entre quienes, por diferentes razones, reconocen la importancia de adquirir más conocimiento para administrar mejor sus recursos.
El conflicto en Ucrania no solo ha implicado un enfrentamiento bélico, sino también una confrontación económica entre potencias, provocando que familias y empresas de todo el mundo se hagan preguntas sobre la seguridad de sus ahorros e inversiones en monedas que históricamente han gozado de alta confianza.
En términos personales, el crédito es un instrumento bastante útil para alcanzar objetivos en el corto y largo plazo. Se trata de recursos provistos por terceros con la promesa de ser devueltos con una ganancia o interés.
Si eres muy joven y estás en tus veinte, es posible que el término ‘retiro’ ni te pase por la cabeza. Probablemente tu foco está en todas las metas personales y financieras que quieres cumplir a corto y mediano plazo, pero es importante que sepas lo siguiente: estás en la edad idónea para comenzar a planificar tu retiro. Así como lo lees: el mejor momento para comenzar a ahorrar para el retiro es cuando inicias tu vida laboral.
El inicio de año puede ser una buena ocasión para revisar tus finanzas y replantearte la forma en que administras tu dinero.
La Superintendencia de Bancos (SB) te ofrece gratuitamente el servicio de consulta crediticia, a través del cual tienes acceso a los registros que describen tu comportamiento con los productos de deuda.
Se acercan los últimos días del año y, con ellos, las tradicionales compras festivas. Si bien es una temporada que puede provocar un mayor nivel de excitación, también tiene el potencial de desequilibrar tus finanzas durante meses, inclusive, años.
Si eres un usuario financiero o estás a punto de adquirir alguno de los productos o servicios ofrecidos por las entidades de intermediación financiera, lo ideal es que conozcas la naturaleza de estas. Esto te permitirá establecer desde el inicio una relación que sea beneficiosa para tus finanzas personales o, si es el caso, corregir cualquier comportamiento que pudiera afectar la salud de tu bolsillo.